Factores como la autoestima, la asertividad o la capacidad para resistir la presión del grupo, unidos a valores educativos sólidos, ayudan en la adolescencia y la primera juventud a prevenir problemas emocionales y conductas de riesgo para la salud, como el consumo de alcohol y drogas. Ahora, podemos añadir el optimismo a la lista de factores que ayudan a prevenir conductas de riesgo.
El optimismo no tiene un papel principal pero refuerza el de los demás factores.
No obstante, en "dosis altas" puede llegar a ser un elemento determinante para prevenir la depresión.
Teniendo en cuenta que es una actitud que se aprende de los modelos cercanos y que también es sana para los adultos, ¿qué tal si empezamos ya a mirar el lado positivo de la vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario