lunes, 20 de junio de 2011

Perdonemos para no enfermar



Las enfermedades vienen de la rabia reprimida y mal canalizada.
Esa rabia rerpimida se convierte en tristeza y depresión.
Cuando sientas esa emoción, busca la causa profunda que la origina y perdona.
Perdónate por no haber sabido afrontar mejor esa situación, lo hiciste lo mejor que pudiste, dadas tus circunstancias y conocimientos.
Perdona a la persona que la provocó porque ésta a su vez actuó buscando su mayor bien, aunque fuera a costa del tuyo, pero de cualquier modo ese no es tu problema.
Sé consciente de tu rabia y de tu tristeza, no las pases por alto, transfórmalas a tiempo antes de que pasen al plano físico.

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